Nada ha vuelto a ser lo mismo en el mundo de las ciencias experimentales desde el surgimiento de estas dos figuras históricas cuyo ingenio y sagacidad puso fin a una doctina centenaria que se había impuesto en las mentes humanas durante casi dos mil años.
Galileo Galilei, más conocido también como "el padre de la física moderna" por parte de algunas figuras cotemporáneas como Stephen Hawking sin duda merece ese y otros títulos, puesto que es gracias a él por lo que hoy tenemos las llamadas ciencias experimentales. Desde luego, el hecho de plantear el experimento como prueba irrefutable a las intuiciones y deducciones de la mente humana supone un gran avance en la historia de la ciencia. Defensor férreo del copernicanismo, Galileo estudió durante meses el cielo nocturno con su telescopio, logrando de esta manera hallar pruebas contundentes que se oponían al geocentrismo clásico de la época, como pueden ser la aspereza de la superficie de nuestro satélite natural o cuatro lunas orbitando alrededor de Júpiter.
Por su parte, Johannes Kepler continuó los estudios de su maestro Tycho Brahe en lo referente a los movimientos de los astros en un determinado sistema. Proponiendo la elipse como trayectoria descrita por un determinado cuerpo celeste, Kepler logró introducir un concepto vital en el mundo de la astronomía que sigue siendo aceptado aún en nuestros días. Al igual que Galileo, Kepler jamás ocultó su admiración y simpatía por el sistema heliocéntrico, cosa que reconoce en varios de sus tratados.
De esta manera, junto de la mano de dos rebeldes insatisfechos con los dogmas y los cánones, comienza una incesante lucha por el poder la ciencia que perdura y perdurará por muchos años.
1 comentari:
Gracias Nedko, por tu aportación científica!
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