diumenge, 15 de març del 2015

SOMOS LO QUE LA EDUCACIÓN HACE DE NOSOTROS

ASSAIG







Con el paso de los años, me he dado cuenta de que algo va mal en nuestra sociedad, y pienso que los males existentes hoy en día, se deben a la educación; ya que es la base fundamental de todo ser humano en la que se le enseña unos valores o al menos se le debería de enseñar.
El sistema educativo actual, está enfocado sobre el futuro o economía del país. Igual que hacían con los obreros de la revolución industrial, repiten el modelo con nosotros. La educación oprime el talento, ingenio o vocación del niño. Pretenden que estemos 7 horas sentados en una silla escuchando algo que no nos interesa e información mayoritariamente irrelevante para nuestro futuro...
A mi parecer, el aprender debería de ser algo libre, es decir, dejar a cada persona en libertad para que aprenda lo que verdaderamente le interesa y no metiéndole ideas en la cabeza de las cuales a los pocos días se olvidará. El proceso de aprendizaje, es algo que va de dentro a fuera, cuando la persona quiere o está preparada para aprender dichas cosas y no de fuera a dentro. Es como una especie de agresión el mandar deberes o tener que memorizar algo que no se quiere o no se está preparado para hacer... Realizamos exámenes con los cuales nos vamos identificando, pensando que somos tan inteligentes en comparación con la nota que sacamos, pero es absurdo. ¿Cómo puede un examen en un determinado tiempo del día mostrar tu inteligencia? Como mucho, mostrará tu capacidad de memoria pero es igual, porque al cabo de unos cuantos días olvidarás esas cosas que pensabas que eran “útiles” para tu futuro.El hecho en sí de examinarnos, crea en nosotros un profundo estrés, inseguridad, falta de autoestima... De ahí que exista una tasa tan elevada de abandono escolar. Acumulamos información sin parar. Los alumnos, cada vez más nos estamos convirtiendo en ordenadores que copian y pegan lo dicho por los profesores. En España, la enseñanza es demasiado teórica. Estaría bien que practicáramos y experimentáramos esa teoría, así vemos que sí existe una aplicación a la vida real en lo que estudiamos. Sí, está bien eso de estudiar la teoría, pero si luego lo llevas a la práctica, porque así nos motivamos y el hecho de aprender no es meramente memorístico.
En realidad, cada persona es diferente pero seguimos pensando que tiene que haber una educación igual para todos, pero estamos equivocados. Imaginemos que un alumno, es un genio en la música, si lo juzgamos por las notas obtenidas en matemáticas o castellano, pasará la vida pensando que es un idiota y no desarrollará la inteligencia musical. ¿ De qué te sirve ser un genio en matemáticas si luego no eres capaz de comprender tu propias emociones y sentimientos? La educación es como una especie de herramienta política que se basa en un sistema de adoctrinaje con el cual la sociedad, se vuelve más manipulable, a la que a su vez se le impide a los estudiantes pensar por sí mismos. No tendríamos que empeñarnos en meter cosas en la cabeza, más bien sacar y ver lo que a uno se le da bien. La escuela, se centra únicamente en dos inteligencias que son la lógico matemática y la lógico lingüística, pero... ¿ Y las demás qué? Están como despreciadas, mal vistas... Por ello, debemos cambiar el “chip” y ver que igual de importante es saber jugar a baloncesto que resolver ecuaciones algebraicas.
Y es que, no me extraña que las escuelas se hayan convertido en lugares de entretenimiento para los jóvenes, porque nos damos cuenta de que lo estudiado no nos sirve, ya que nos olvidamos de ello o porque no le encontramos una aplicación a nuestra vida cotidiana...
El problema surge cuando vemos la educación como una obligación, pero es más bien, un estímulo que te ayuda a encontrar tu vocación. Le damos excesiva importancia al QUÉ sabemos cuando se le debería de dar al CÓMO empleamos esos conocimientos que sabemos. Aunque el hecho de que esto sea así, no sea responsabilidad de los profesores; deberían intentar llevar a cabo el cambio en la metodología de sus clases, si no lo hacen ellos ¿Quién lo hará, los políticos?
Basándome en mis experiencias, considero que todavía existen muy pocos profesores que sepan ir más allá de las clases, que tengan la capacidad de distinguir que la educación es mucho más que entrar en clase, soltarnos el sermón y salir contento pensando que hemos aprendido algo. Es como si unos ciegos guiaran a otros ciegos, y así nos va... No hay que hacer de los alumnos marionetas que obedecen y copian todo lo que se les dice como si fueran robots, sino hacer que pensemos por nosotros mismos, ayudar a desarrollar nuestros sentimientos y eliminar las órdenes y la rigidez por parte de los profesores. A lo largo de nuestra vida, nos encontramos con pocos profesores que les interese formarnos como personas que dar el temario completo de un libro... Pero al fin y al cabo, con el paso de lo años es de los que realmente te acuerdas ya que en algún momento te sentiste respetado, único, apoyado, seguro de ti mismo... Aprendemos a base de experiencias; por mucho que oigas o veas, hasta que no haces algo por ti mismo no sabes realmente si lo dominas o no. Necesitamos profesores que nos vean diferentes, que nos hagan sentir útiles, que sean capaces de motivarnos a cada uno para lo que verdaderamente le gusta, algo con lo que disfrutemos haciendo y se nos pierda la noción del tiempo en ese trabajo. En fin encontrar nuestra vocación.